El mercado de la calefacción para el hogar es un nicho variado y amplio, con gran cantidad de opciones de climatización para escoger. Entre ellos, destacan los calefactores y radiadores eléctricos que, a pesar de la existencia de muchos edificios e instalaciones con calefacción centralizada, conservan su posición en el mercado y tienen muchos clientes fieles debido, en gran parte a que aportan soluciones de calefacción muy cómodas y de gran portabilidad.
Los radiadores eléctricos de aceite se constan de una carcasa exterior de metal y otras piezas exactamente iguales a las que integran un radiador común. A diferencia de estos otros modelos, el radiador de aceiteemplea electricidad y sólo necesita para funcionar que se le enchufe a una toma eléctrica.
Este gráfico muestra los precios medios de Radiadores de las 2 marcas con mayor cantidad de artículos. 106 € es el precio medio más alto de las 2. La marca de Radiadores con precios más bajos es Cecotec
CecotecOrbegozo
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Mediante el termostato, se ajusta la potencia de la resistencia interna, que calienta el aceite que fluye por el circuito interior del radiador. Como el aceite absorbe la temperatura, se la transmite al metal del aparato y este irradia el calor al ambiente cercano. Como dato de consumo, esta gama de radiadores consumen aproximadamente entre 0,8 a 2,2 Kw.
Variadas soluciones de calefacción en La Casa del Electrodoméstico
Existen diferentes clases de radiadores eléctricos de aceite que se diferencian, sobre todo, por la cantidad de electricidad que necesitan para operar, según su tamaño y sofisticación. El mayor número de vatios implica mayor potencia calorífica del radiador. Se trata de aparatos bastante pesados, porque están llenos de líquido, y siempre funcionan mediante una resistencia eléctrica. Se trata de modelos silenciosos que, aunque se calientan con cierta lentitud, su calor es prolongado en el tiempo, pues tarda en disiparse cuando lo apagas, y además es un calentamiento uniforme.
Resulta poco útil un calentador eléctrico en una habitación o sala muy grande. El máximo tamaño de una sala recomendable para estos calefactores ronda los 20 metros cuadrados. Estos radiadores funcionan como los normales, es decir que sólo calientan una zona cercana. En las casas con calefacción centralizada y varios radiadores distribuidos no hay problema, pero los modelos portátiles sólo sirven donde están emplazados.
Ventajas de los radiadores waseroles
Siempre han sido aparatos muy apreciados por el público. Entre otras razones, por su sencillo manejo y su larga duración. Se trata de aparatos de construcción muy robusta que los hace prácticamente indestructibles. Los radiadores de aceite tienen una vida operativa muy prolongada y no necesitan ninguna clase de mantenimiento. No requieren una instalación previa y se pueden ubicar en cualquier sitio, enchufarlos y comienzan a funcionar recién desembalados. Su peso no es un obstáculo, porque son fácilmente transportables gracias a las ruedas que incorporan, lo que permite moverlos de una habitación a otra donde hagan falta. Esta clase de soluciones de calefacción no buscan sustituir otros métodos de calefacción clásicos, sino complementarlos allá donde presentan carencias.
Por ejemplo, un calefactor eléctrico portátil es el electrodoméstico perfecto para llevarte a una habitación donde no sueles pasar tiempo y que por tanto no cuenta con calefacción centralizada, como un ático o un sótano. También, estos radiadores te sirven si en la época del año en la que no funciona tu calefacción centralizada, viene una ola de frío, (o si se avería la centralizada). Como puedes apreciar, estos aparatos resultan complementariosa la perfección con los demás radiadores de tu hogar u oficina. Otra solución, gracias a su portabilidad, es emplearlos en tu apartamento de vacaciones, que no suele habitar durante el año.
Conoce las estufas halógenas
Un calefactor halógeno funciona de forma bastante parecida a los calentadores que emplean tubos de cuarzo. La diferencia entre ambos sistemas radica en que el modelo halógeno incorpora dentro de sus tubos un gas, como el Xenón, Yodo o Criptón, que posibilitan que los tubos alcancen temperaturas muy altas. Los calefactores del sistema halógeno, en contraposición a los modelos antes citados, funcionan mediante alta irradiación, que se proporciona a través de los tubos halógenos, que por medio de rayos infrarrojos emiten el calor. Estos modelos de calefactores resultan bastante asequibles; su precio ronda los 30 euros, y también son aparatos silenciosos. Su uso efectivo se limita al entorno más cercano del aparato, y resulta ideal para ubicar, por ejemplo debajo de un escritorio en un despacho.
